viernes, 3 de septiembre de 2010

INICIACIÓN AL VOLUNTARIADO II


¿PUEDO SER VOLUNTARIO?


Por María José De Morales
Ya lo dijo Gloria Fuertes en su poema “El voluntario”
“…El voluntario no ha pintado un cuadro,no ha hecho una escultura,no ha inventado una música,no ha escrito un poema, pero ha hecho una obra de arte con sus horas libres…”

Como definición, el voluntariado es toda persona que aporta su colaboración no lucrativa en beneficio del individuo o de la comunidad. Es una persona especialmente sensibilizada ante las necesidades del individuo y de la comunidad, integrada en una organización voluntaria o participación en programas o servicios concretos de Acción Social.

Precisamente esta entrega solidaria y altruista convierte a la persona que lo practica en artista, por su capacidad en transformar una realidad existente en otra más favorable a la comunidad y que afecta igualmente en la mejora del entorno social.


Los voluntarios son personas marcadas por un estilo de vida. Una conciencia que las lleva a tomar la decisión de entrega desde la propia libertad individual para determinar en “hacer algo” por un colectivo social de necesidad, donde van a proyectar una acción determinada sin percibir a cambio remuneración alguna.

Estas manifestaciones de actos que presenta en muchas ocasiones un alto componente ilusionista, van en muchas ocasiones más allá de la propia racionalidad, movidos en su mayoría por el deseo de entrega y ayuda a quienes más lo necesitan.

La voluntad en la necesidad de hacer algo que sea capaz de transformar, es la principal característica de la persona voluntaria, y que radica en una toma de conciencia de la situación que va atribuyéndose para ella “valores” tras un proceso de aprendizaje que van delimitando sus acciones hasta conseguir ser capaz de racionalizar sus inquietudes, sus necesidades, sus ilusiones, y en especial cualquier fin que sea posible a sus ideales y motivaciones. La voluntad individual pasa por tanto a su fortalecimiento basado en un colectivo organizado desde una asociación, que trabaja con determinados aprendizajes y métodos que ayudan a conseguir la eficacia y la eficiencia a esta labor de acción social y humanitaria.

Es pues la capacidad de decisión en querer ser voluntario el primer elemento a tener en cuenta a la hora si queremos ser voluntarios, haberlo tomado desde la conciencia y libertad individual, la segunda sería el compromiso a su ejecución, es decir, la puesta en escena de esta “Acción” por la decisión personal tomada.


Es por tanto el compromiso voluntario, una determinada actitud personal o social frente a circunstancias o motivos que hayan podido derivarnos hacia la preferencia en hacer posible un deseo por necesidad que tenemos o sentimos desde nuestro “derecho como personas y como ciudadanos”. Organizarnos de manera solidaria, implica igualmente la búsqueda de mayor equidad y justicia social, pero también el fortalecimiento necesario y capaz de eliminar barreras y las diferencias humanas.

Toda persona puede ser voluntaria teniendo en cuenta la Acción propia en la esencia del voluntariado. Una importancia en la firmeza de los actos de manera consciente dados por un sistema de valores que realzan el conjunto de ideas propias de una sociedad y que condicionan el comportamiento humano y el sistema de normas sociales.












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